El Ingeniero.

Iker Guzmán
3 min readJun 17, 2021

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Corta remembranza de la vida política de un personaje en mi municipio.

A sus casi ochenta años Alfredo Ramírez no rompe con su costumbre de tomarse un mezcal durante la comida. Este ritual lo acompaña desde que comenzó su vida política en el municipio de Texcoco, en el Estado de México. El Ingeniero -como lo conocen en la grilla- es canoso, duro en su mirada y arrastra la pierna derecha a la hora de caminar. “Siempre se me duerme la pierna; es una sensación habitual”.

Su carrera dentro de la política comenzó en el año de 1993, cuando el hoy senador de la república Higinio Martinez Miranda, lo llamó a formar parte de su equipo de campaña con miras a las elecciones municipales por Texcoco. Ese año resultó muy particular para la población y la política texcocana, debido a que se registró el primer gobierno bipartidista entre el PRD y el PRI y cimentó las bases para la alternancia política en la presidencia. Tres años más tarde, con Jorge de la Vega Membrillo al frente del PRD, la izquierda comenzó su gobierno y despliegue político sobre lo que fueron las tierras del Rey Poeta Netzahualcóyotl.

-¿Qué es la política, Ingeniero?

-Es la ciencia de la oportunidad

Esta frase la apropió, según comenta el jubilado de la Universidad Autónoma Chapingo, luego de una reunión con el ex gobernador del Estado de México, Emilio Chauyfett, durante las negociaciones — los estira y afloja- en el Palacio de Gobierno Estatal en el municipio de Toluca en los años noventa.

-¿Cómo eran los procesos democráticos en Texcoco cuando gobernaba el PRI?

- No había democracia. Aquí se escogía al gobernante, como en todo el país, por debajo del agua y por dedazo. El candidato que escogía el partido tricolor, resultaba ser el presidente.

Alfredo Ramírez también fue el encargado de dirigir a Texcoco desde la Presidencia en el año 2003, luego de que Horacio Duarte Olivares, quien resultó ganador en los comicios electorales del año 2000 y de quien era suplente el Ingeniero, pidiera licencia para ocupar otro cargo público. Su gobierno fue por cuatro meses y medio.

Esta experiencia gubernamental, le permitió puntualizar en que la apatía es el verdadero problema para las democracias en todo el mundo. “A la gente no le interesa la política hasta que algo les molesta o les afecta. Aquí en el municipio y en la cabecera, hasta que no nos pusieron al tianguis en el mero centro, no nos motivamos a buscar alternativas para nuestras broncas. Los vecinos nunca hacíamos nada”.

Las tierras texcocanas son fértiles y producen mucha estabilidad y sustentabilidad para sembrar proyectos a largo plazo. Es por eso que el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo, CIMMYT, tiene su campus central en la periferia del municipio. También, en el ámbito político la izquierda encontró campos fértiles para impulsar a los movimientos e ideologías fundamentales de la denominada hoy Cuarta Transformación. Desde el año de 1996, solamente en un trienio (2009–2012), la gobernación municipal estuvo fuera de las arcas del PRD y de MORENA.

Tampoco resulta extraño que el municipio exporta a distintos personajes que hoy se encuentran laborando en las altas esferas de la política nacional. Los dos últimos casos apuntan a la Secretaría de Educación Pública y a las Aduanas del país. Basta con echarle un ojo a la historia reciente de Texcoco para descifrar que la región es de gran importancia para López Obrador. No obstante, como subraya Ramírez López, la continuidad no es sinónimo de progreso en términos absolutos y reales.

“En Texcoco la izquierda ha gobernado bien pero, de la misma manera, se ha topado con pared cuando las cosas se dejan de hacer bien y de manera honesta. Por eso ganó el PRI en el 2009. Nos confiamos. Caímos en los vicios que tanto luchamos por erradicar y perdimos. A eso me refiero a que la política es la ciencia de la oportunidad”.

-¿Sería bueno que el poder lo suelte morena en Texcoco para así consolidar a la democracia?
- Sería bueno que la gente salga a votar y que decida. Y si el mismo pueblo dice que no, tendrá sus razones para hacerlo y vendrá quién tenga que gobernar.

- ¿El poder afecta y cambia a las personas?
- En mayor medida, sí. Depende de la calidad moral de la persona que tenga el poder. Si buscas el interés económico y personal sobre el público, te vas a subir a un ladrillo y te vas a marear.

- ¿En su periodo de Presidente se subió a ese ladrillo?

- Si lo hubiera hecho, se me caería la cara de vergüenza.

Y ahí sigue el Ingeniero. Caminando como puede, sin dar un paso atrás.

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Iker Guzmán

Estudio periodismo. Me gustan los pódcast. Sigo sin comprender la política y todavía no sé que hacer con mi vida.